Corea del Sur requiere a todos los varones servir en el ejército dos años, lee el testimonio de un coreano que cumplió con su deber.
Si sabes un poquito sobre Corea del Sur, seguro que más de una vez has oído hablar sobre el servicio militar obligatorio del país. ¿Te has preguntado alguna vez cómo funciona y cómo es?
Gene Kim es un ciudadano coreano como otro cualquiera, y en este vídeo nos cuenta su experiencia de dos años en el ejército de su país.

«Mi nombre es Gene Kim, y serví en el Ejército sur coreano durante dos años.
La ley requiere que todos los varones hagan el servicio militar, y es extremadamente difícil librarse de hacerlo. Si alguien evade su deber deliberadamente, tendrá que enfrentarse a tiempo entre rejas.
El servicio es obligatorio mayoritariamente por nuestra relación con Corea del Norte; los problemas se intensificaron tras la Guerra de Korea (1953) y era necesario que Corea del Sur tuviera una fuerza militar activa, para que el Ejército estuviese siempre preparado.
Yo serví en el ejército desde 2009 hasta 2011. Antes de eso, vivía en Nueva York, pero decidí marchar ya que debía quitármelo de encima en algún momento. Mientras servía mis años odiaba aquello. Odiaba cada minuto allí, atrapado en aquella sociedad aislada, y solo esperaba que el tiempo pasara rápido.
No conozco a ni una sola persona que realmente quisiera estar ahí, que tuviera ganas de hacerlo. Yo creo que la gente generalmente quiere evitar el servicio por lo duro que es. Comparando con Estados Unidos, donde ir al Ejército es voluntario y hasta puedes estudiar una carrera con ellos, en Corea, dos años de servicio son obligatorios, y todo el mundo debe cumplirlos a la fuerza.
Tu estás viviendo tu vida libre y normal y de repente de aíslan del resto de la sociedad; no tienes contacto con ella. Aquí no puedes satisfacer tu adicción al móvil y, básicamente, estás sacrificando dos años de tu juventud para servir a la nación.
El primer día; tan pronto como llegas a tu base de entrenamiento conoces a instructores que te entrenarán las cinco primeras semanas. Ellos intentan intimidarte y asustarte intencionadamente, para que seas un mejor soldado.
Las primeras cinco semanas de entrenamiento son una de las experiencias más intensas que he vivido. Al principio, ni siquiera eres un soldado raso, solo un simple aprendiz. El entrenamiento es muy intenso y te gritan todo el rato. Ahí no tienes voz; solo puedes hacer lo que te digan que hagas.
Aprendes a moverte muy rápido. Cuando te ordenan algo, tienes que hacerlo corriendo. Si vacilas, se cabrean contigo. Tienes suerte si te dejan que descanses cinco minutos. Vuelves a aprender cosas que pensabas que ya sabías; hay una manera concreta de comer, maneras de estar de pie, de hablar con la gente. En el ejército, hay una manera concreta para hacer todo.
Uno de los entrenamientos más memorables que hice fue el llamado
«화생방 훈련 «, que es para preparar a los soldados en caso de ataque químico. Lo más duro fue cuando mi grupo y yo tuvimos que entrar en una habitación llena de gas.
Y cuando inhalas este gas, se siente como si te estuvieras asfixiando; básicamente no puedes respirar, solo es caos en una diminuta habitación. Todo el mundo se aferra al de al lado, todos ruedan por el suelo. Había un tipo que intentó escapar por la puerta, pero un guardia le bloqueó la salida. Fue un caos total.
Después de esas cinco semanas de entrenamiento, eres re localizado a tu batallón, que pasa a convertirse en tu hogar. Estarás aquí durante tu paso de soldado a sargento. Desde el primer día de servicio, oirás como los oficiales cuentan cosas sobre Corea del Norte.
Designan al ejército norcoreano como nuestro enemigo; allí fue donde oí por primera vez que Corea del Norte ha invadido Corea del Sur múltiples veces, incluso después de la tregua.
No sé si es porque me han lavado el cerebro, pero ahora estoy convencido de que tienen la capacidad de dañar terriblemente a la sociedad coreana. Siempre hay una posibilidad de que los norcoreanos nos invadan y el Ejército debe estar preparado para eso.
Mirando atrás, creo que gané mucho de la experiencia. Hay un dicho en el Ejército «Si no puedes hacer que funcione, haz que funcione». Aprendí que si realmente pones empeño y lo haces, entonces..realmente puedo conseguir cualquier cosa que me proponga.»